miércoles, 2 de noviembre de 2016

CONSIDERACIONES PATERNALES (EMOCIONES)

Te veo reaccionar hijo ante todo lo que te sucede, tus emociones nacen y se expanden libres cual brisa matinal en el campo, no hay puertas ni ventanas que las detengan, no hay prejuicios ni miedos que las opriman, ahora todo en ti es puro movimiento, ahora las emociones más que nunca hacen honor a su significado: “e-moción”, “moverse hacia”, todas ellas van moviéndote con cada nueva experiencia que vives, sin cadenas, sin límites, sin titubeos y sin frenos, ahora mismo eres pura emoción, así podríamos connotar a la infancia. 

Aún falta mucho para que llegue el día en el que tengas que dominarlas, en el que tengas que controlarlas para controlarte, en el que comprendas que toda acción tiene su reacción y su emoción, aún falta mucho en definitiva para que te detengas; pero ahora no toca eso, ahora toca dejarte invadir, dejarte influir, sentir, reaccionar ante los hechos externos y que éstos te provoquen y produzcan emociones y así puedas empezar a conocerlas, a interiorizarlas, a graduarlas, así puedas empezar a percibir los efectos de la alegría, de la tristeza, del miedo, de la ira, de la osadía, de la estima, de la templanza, así vas moviéndote de ánimo en ánimo y creciendo con ello. 

Más que a razones atiendes a emociones, por eso también tengo que aprender a hablarte en ese idioma, en ese lenguaje cuyos signos no están hechos de palabras sino de sensaciones, tengo que aprender a vivir en ese mundo en el que no impera ni la lógica ni las normas sino la improvisación y la espontaneidad, tengo que aprender a no bloquearte, a no impedirte que vivas la intensidad de las emociones para que compartas conmigo este momento único que es la infancia, momento único realmente emocionante.

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