Hola Yanka, lo primero de todo gracias por tu comentario en Ego Y Dúbito.
En cuanto a tu pregunta tengo varios puntos discordantes. En un principio no creo que el TDAH sea un don, ya que por definición es un trastorno y no creo que a nadie le guste vivir con el don de estar trastornado, si fuese un don debería llamarse ODAH (Orgulloso del déficit de atención con hiperactividad). Leo por ahí lo siguiente “...habitualmente, los síntomas empeoran en las situaciones que exigen una atención o un esfuerzo mental sostenidos o que carecen de atractivo o novedad intrínsecos (p. ej., escuchar al maestro en clase, hacer los deberes, escuchar o leer textos largos que no son de sus gustos, o trabajar en tareas monótonas o repetitivas (Wikipedia)”, por lo que yo me pregunto, ¿quién está atento y motivado en este tipo de situaciones?
Está claro que la falta de atención está emparejada a la falta de interés, y la falta de interés está emparejada a la falta de encontrar la situación que nos motiva y nos estimula, por ejemplo, si alguien es un apasionado de la pintura prestará la máxima atención a todo lo que tenga que ver con este arte, en cambio, a lo mejor no le preocupa lo más mínimo la historia, la filosofía o la literatura y lógicamente no prestará atención a estas materias, simplemente porque no le preocupan, porque se pregunta: ¿Y esto para qué me sirve?, para nada, ¿tiene que ser por esto un TDAH?, no lo creo. Así como los demás ejemplos que pone Wikipedia: ¿quién está atento a hacer los deberes si no encuentra un sentido a esto que está intentando solucionar o memorizar?, ¿quién está atento en leer textos largos que no son de su gusto si sólo siente que está perdiendo el tiempo y no está interiorizando esas ideas o conceptos?, ¿quién está atento en un trabajo cuyas tareas son monótonas o repetitivas y no hacen más que degradarle como persona y vaciarle, en vez que completarse y superarse con ellas? Sólo por leer las palabras entrecomilladas he dejado de leer el artículo y he cerrado Wikipedia.
En mi caso me preguntas si siento el TDAH, pues bien, creo que soy contrario a este síntoma en dos características principales del mismo. Una es la falta de atención, si lees mis blogs podrás ver que suelo prestar mucha atención, atención a mis pensamientos, a mis emociones, a mis actos, a mis circunstancias, a mis palabras, a mis sonidos… atención que no sólo intento interiorizar sino también exteriorizar en forma de escritos y melodías. La segunda característica es la hiperactividad, pues bien no puedo ser más contrario a este estado, no hay nada que me guste más que no hacer nada, tumbarme en la hierba y vislumbrar el cielo, sentarme en las rocas y contemplar el mar, oír las olas, la brisa, el silencio, si se parase el tiempo en estas situaciones para mí sería un tipo de felicidad.
En fin, nunca me había parado a pensar en el TDAH, buscaré un poco de literatura para leer sobre este trastorno, pero a priori la solución al mismo me parece sencilla, quien lo sufra debe buscar aquello que lo motive, que le haga crecer como persona, que lo mejore, y del resto de situaciones debe aprender a pasar de largo, ¿y todo esto cómo se hace?, bueno, como bien dice aquél poema debería por empezar a preguntarse: ¿Qué es lo verdaderamente importante?...
Gracias Alfredo por compartir... Tengo una pregunta: Sientes como una persona con el don de ser TDAH. Felicitaciones.... Y gracias...
ResponderEliminarHola Yanka, lo primero de todo gracias por tu comentario en Ego Y Dúbito.
ResponderEliminarEn cuanto a tu pregunta tengo varios puntos discordantes. En un principio no creo que el TDAH sea un don, ya que por definición es un trastorno y no creo que a nadie le guste vivir con el don de estar trastornado, si fuese un don debería llamarse ODAH (Orgulloso del déficit de atención con hiperactividad). Leo por ahí lo siguiente “...habitualmente, los síntomas empeoran en las situaciones que exigen una atención o un esfuerzo mental sostenidos o que carecen de atractivo o novedad intrínsecos (p. ej., escuchar al maestro en clase, hacer los deberes, escuchar o leer textos largos que no son de sus gustos, o trabajar en tareas monótonas o repetitivas (Wikipedia)”, por lo que yo me pregunto, ¿quién está atento y motivado en este tipo de situaciones?
Está claro que la falta de atención está emparejada a la falta de interés, y la falta de interés está emparejada a la falta de encontrar la situación que nos motiva y nos estimula, por ejemplo, si alguien es un apasionado de la pintura prestará la máxima atención a todo lo que tenga que ver con este arte, en cambio, a lo mejor no le preocupa lo más mínimo la historia, la filosofía o la literatura y lógicamente no prestará atención a estas materias, simplemente porque no le preocupan, porque se pregunta: ¿Y esto para qué me sirve?, para nada, ¿tiene que ser por esto un TDAH?, no lo creo. Así como los demás ejemplos que pone Wikipedia: ¿quién está atento a hacer los deberes si no encuentra un sentido a esto que está intentando solucionar o memorizar?, ¿quién está atento en leer textos largos que no son de su gusto si sólo siente que está perdiendo el tiempo y no está interiorizando esas ideas o conceptos?, ¿quién está atento en un trabajo cuyas tareas son monótonas o repetitivas y no hacen más que degradarle como persona y vaciarle, en vez que completarse y superarse con ellas? Sólo por leer las palabras entrecomilladas he dejado de leer el artículo y he cerrado Wikipedia.
En mi caso me preguntas si siento el TDAH, pues bien, creo que soy contrario a este síntoma en dos características principales del mismo. Una es la falta de atención, si lees mis blogs podrás ver que suelo prestar mucha atención, atención a mis pensamientos, a mis emociones, a mis actos, a mis circunstancias, a mis palabras, a mis sonidos… atención que no sólo intento interiorizar sino también exteriorizar en forma de escritos y melodías. La segunda característica es la hiperactividad, pues bien no puedo ser más contrario a este estado, no hay nada que me guste más que no hacer nada, tumbarme en la hierba y vislumbrar el cielo, sentarme en las rocas y contemplar el mar, oír las olas, la brisa, el silencio, si se parase el tiempo en estas situaciones para mí sería un tipo de felicidad.
En fin, nunca me había parado a pensar en el TDAH, buscaré un poco de literatura para leer sobre este trastorno, pero a priori la solución al mismo me parece sencilla, quien lo sufra debe buscar aquello que lo motive, que le haga crecer como persona, que lo mejore, y del resto de situaciones debe aprender a pasar de largo, ¿y todo esto cómo se hace?, bueno, como bien dice aquél poema debería por empezar a preguntarse: ¿Qué es lo verdaderamente importante?...
Un saludo.
Alfredo.